El Ayuntamiento de Argamasilla de Alba lamenta la falta de civismo en la romería de Peñarroya

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Toneladas de residuos de todo tipo han quedado esparcidos por el entorno del Castillo de Peñarroya tras la celebración de la romería, principalmente en la zona de pinos junto a la carretera
La romería en honor a la Virgen de Peñarroya, celebrada el pasado fin de semana 6, 7 y 8 de septiembre, ha dejado en el paraje del Castillo de Peñarroya una “lamentable” imagen de toneladas de residuos esparcidos por el suelo, una situación tras la cual el Ayuntamiento de Argamasilla de Alba ha mostrado su malestar por la falta de civismo “de algunos” de los participantes en ella, por el perjuicio que supone para este bello entorno natural, puerta de entrada al Parque Natural de las “Lagunas de Ruidera”. Entre el viernes 6 y el domingo 8 se reunieron en el entorno del Castillo de Peñarroya, donde se encuentra la ermita de la Virgen de Peñarroya, miles de vecinos y vecinas de las localidades de Argamasilla de Alba y La Solana con la normal generación de basuras, “pero lo que no es normal es que muchas de ellas queden esparcidas por el suelo”. Las imágenes de los residuos han empezado a circular por las redes sociales generando una mala imagen para las localidades, para los vecinos y vecinas de estos municipios y la celebración de la romería, fácilmente evitables “con un poco de responsabilidad por parte de cada uno”, afirman desde el consistorio argamasillero. Los restos de comida, plásticos, envases e incluso muebles y electrodomésticos (frigoríficos, mesas, sofás…), que han sido abandonados tras la celebración de la romería, ahora deberán ser retirados por los empleados municipales con el consiguiente gasto para las arcas de ambos municipios, y sobre todo, estas actitudes incívicas, suponen un gran perjuicio para este privilegiado entorno natural. Desde el Ayuntamiento de Argamasilla de Alba se indica que son perfectamente compatibles las tradiciones, la romería, el ocio y la fiesta con el respeto a los espacios donde se desarrollan, tan solo hace falta un poco de voluntad y concienciación para conservar en el mejor estado los espacios que son de todos.