Mario Vargas Llosa Académico de Honor de Argamasilla de Alba

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Como hiciera Azorín hace un siglo exacto, el gran escritor Mario Vargas Llosa proclamó el 18 de octubre su amor por Cervantes.
El escritor hispano-peruano y miembro de la Real Academia Española de la Lengua, Mario Vargas Llosa fue investido el pasado 18 de octubre Académico de Honor de Argamasilla de Alba en un acto multitudinario -organizado por la Asociación Cultural de Los Académicos de la Argamasilla con el patrocinio de la Asociación Alto Guadiana Mancha y la colaboración del Área de Cultura del Ayuntamiento de Argamasilla de Alba- en el que participó el presidente del Gobierno Regional, José María Barreda; el alcalde de Argamasilla de Alba, José Díaz-Pintado; la directiva de la Asociación Cultural “Los Académicos de la Argamasilla” y numerosos personajes de la vida política y cultural de la región. El encuentro se inició en torno a las 19.30 horas con la intervención del presidente de la Asociación Cultural “Los Académicos de la Argamasilla”, Rodolfo Mateos, quien habló en su discurso de la visita de Azorín en 1905, fecha de la conmemoración del III Centenario del Quijote, comentando entre otras cosas lo interesante que debieron ser aquellas tertulias de los Académicos de la época con el escritor, diciendo: “aquellos tuvieron la suerte de compartir el III Centenario del Quijote con tan señalado visitante y hoy nosotros también somos unos privilegiados por poder participar en este IV Centenario y contar con la visita de D. Mario Vargas Llosa” apuntando que “ a partir de ahora será conocido por nosotros con el sobrenombre del Azorín del IV Centenario”. La secretaria de “Los Académicos”, Pilar Serrano de Menchén, dedicó unas palabras a los asistentes en las que, con el estilo al que nos tiene acostumbrados, explicó parte de la vida y obra del insigne escritor elogiando su trabajo literario y su calidad humana, dando paso a la intervención de Mario Vargas Llosa que impartió su lección magistral titulada “Don Quijote y la tentación de lo imposible”, una conferencia de alrededor una hora en la que hizo un recorrido por la historia de Cervantes hasta llegar a la creación de su genial obra literaria, su don Quijote de La Mancha. En este punto, el escritor entró en la comparación de los personajes principales, Quijote y Sancho, dos figuras que forman parte de la ficción creada por Cervantes y que se completan mutuamente. Vargas Llosa indicó que el progreso tecnológico, artístico, cultural, etc... se debe a soñadores como Alonso Quijano, valorando también la capacidad de Cervantes para humanizar a su Don Quijote alejándolo de sus congéneres caballerescos convirtiéndolo en el primer héroe de la novela Moderna. Acto de investidura como Académico de Honor Al finalizar su conferencia Mario Vargas Llosa fue invitado a realizar el juramento sobre el Quijote de Rivadeneyra que le permitiera formar parte, como Académico de Honor, de la Asociación Cultural de los Académicos de la Argamasilla, tras lo cual le fueron entregados varios obsequios conmemorativos, entre ellos un diploma acreditativo de su entrada en la academia de manos del presidente de “Los Académicos “ Rodolfo Mateos; una escultura forjada en hierro del protagonista de la genial novela cervantina de manos del presidente del Gobierno Regional, José María Barreda; y finalmente una bacía de manos del alcalde de Argamasilla de Alba, José Díaz-Pintado. José Díaz-Pintado “A partir de hoy Mario Vargas Llosa, junto con Azorín y Cervantes, estará permanentemente entre nosotros” El alcalde de Argamasilla de Alba, José Díaz-Pintado, se mostró emocionado y satisfecho durante su discurso que inició comentando que, para la localidad no se trataba de un día cualquiera sino de una jornada prácticamente festiva que arrancaba por la mañana con el descubrimiento de una placa conmemorativa en la fachada de la Botica de los Académicos que permitirá que “a partir de hoy Mario Vargas Llosa, junto con Azorín y Cervantes, esté permanentemente presente entre nosotros”. Díaz-Pintado explicó la emoción que despierta en los argamasilleros todo lo relacionado con don Quijote, una emoción que se transmite y se contagia de forma natural “Así lo reflejó Azorín, así lo reflejo Rubén Darío y así lo ha constatado usted”, dijo dirigiéndose a Mario Vargas Llosa. El primer edil argamasillero habló de la tradición cervantina de Argamasilla de Alba explicando que “Argamasilla de Alba no necesita pruebas para saber que Don Quijote y Sancho Panza son hijos suyos” ya que la tradición se basa en el profundo amor que la localidad y sus gentes han mostrado para con Cervantes y su genial obras literaria durante siglos “un amor que ha hecho que Argamasilla de Alba alimente y cuide esta tradición hasta llegar a nuestros días, un amor que ha permitido que los argamasilleros se vuelquen en la celebración del IV Centenario del Quijote”. Díaz-Pintado elogió la labor que desde hace años viene desarrollando la Asociación Cultural “Los Académicos de la Argamasilla” dando prestigio a esta tierra con cada una de sus iniciativas culturales y también agradeció su apoyo a las diferentes instituciones provinciales y regionales, y en especial al presidente de la Junta de Comunidades, “ya que sin su ayuda no hubiera sido posible este centenario tan intenso y tan extenso”, una celebración del IV Centenario no institucional y sí muy popular en cuyo éxito ha tenido también mucho que ver el compromiso y la participación de todas las gentes de Argamasilla a través de las distintas asociaciones y colectivos. Finalmente, el alcalde de Argamasilla de Alba se despidió invitando a Mario Vargas Llosa a visitar la localidad nuevamente “Argamasilla siempre estará con los brazos fraternalmente abiertos esperando el momento en que decida volver”. Firma en el Libro de Honor IV Centenario del Quijote La visita de Mario Vargas Llosa a Argamasilla de Alba perdurará en la memoria de los argamasilleros como un recuerdo imborrable del que se ha dejado constancia a través de la placa conmemorativa ubicada en la fachada de la Botica de los Académicos y también gracias a la participación del escritor peruano en el Libro de Honor IV Centenario del Quijote, un volumen -inaugurado en enero de 2005 por el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, José María Barreda- en el que han ido dejando su huella las distintas personalidades de la vida política, cultural y social que han pasado por este Lugar de La Mancha en 2005, año de la conmemoración del IV Centenario del Quijote. Mario Vargas Llosa, ilustre escritor, miembro de la Real Academia Española de la Lengua y ahora también Académico de Honor de Argamasilla de Alba no podía ser menos. Su visita quedó registrada en Libro de Honor IV Centenario del Quijote con un breve pero intenso escrito que quedará para la historia y en el que Vargas Llosa se expresaba así: “Es para mí un honor y una experiencia emocionante estar en un lugar donde, al parecer, don Miguel de Cervantes concibió la historia de don Quijote que, al cabo de los años se convertiría en el libro emblemático de nuestra cultura y nuestra lengua. Gracias a Argamasilla de Alba por haber convertido la “Cueva de Medrano” en un lugar de peregrinación y de culto”