En sus palabras, recordaron que la salud mental puede verse afectada de forma silenciosa, revelando nuestra fragilidad en los momentos más críticos. Subrayaron que “la recuperación siempre es posible”, y que es fundamental garantizar atención psicológica especializada, «aunque el apoyo y el altruismo ciudadano también son un pilar importante».
El manifiesto hizo un llamamiento a la creación de comunidades de aprendizaje y acompañamiento, como vía para normalizar el cuidado emocional y combatir el estigma. «En una vivencia extrema —leyeron— la mente intenta reconciliar pasado, presente y futuro. Lo más urgente es recordar a cada persona que no está sola, que siempre existe un punto de apoyo y una tabla de salvación».
Tras la lectura, vecinos y participantes escribieron mensajes positivos en un mural colectivo instalado para la ocasión, un gesto simbólico que invitaba a expresar afecto, empatía y esperanza. El acto concluyó con un aperitivo compartido, en un ambiente cercano y humano.
Gracias a la Residencia La Vereda por impulsar esta iniciativa y a todas las personas que han participado con corazón.
El Ayuntamiento reafirma su compromiso con la salud mental como eje de bienestar y cohesión social, agradeciendo la implicación de entidades, profesionales, familias y ciudadanía en esta jornada.







