Muchas lágrimas y llantos en el entierro de la sardina de Argamasilla de Alba

A pesar de la fuerte e intermitente lluvia que acompañó en todo momento el recorrido de la comitiva fúnebre, ésta no impidió que los enlutados nietos despidieran a la “agüela” en el miércoles de ceniza. “¡Qué pesar más grande tenemos!” comentaban algunos miembros del acompañamiento entre sollozos.   A las 16:30 horas partía del Ayuntamiento el cortejo fúnebre por las céntricas calles de la localidad hasta la antigua plaza de toros, donde una lumbre esperaba a la plateada difunta para ser incinerada.   Allí junto a la hoguera, el Ayuntamiento de Argamasilla de Alba había preparado sardinas asadas y zurra para que las sufridoras plañideras y todos los asistentes aplacaran sus penas, como es bien sabido: “las penas con pan son menos penas”.