VII Jornada Técnica Contra la Violencia de Género

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Su tratamiento en los medios informativos, en la publicidad y en las redes sociales centraron las conferencias
Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra el próximo 25 de noviembre, este miércoles, el Centro de la Mujer de Argamasilla de Alba y Socuéllamos, por séptimo año, organizaron conjuntamente una jornada técnica contra la violencia de género bajo el título: “Violencia de género y su tratamiento en los medios de comunicación”, que ha contado con la participación de algo más de cuarenta asistentes y las intervenciones de Sara González Moya, periodista especializada en violencia de género; Lucía Fernández, técnica de VOLMAE Psicólogos; y Martín Martínez Blasco, Sargento Jefe del Equipo de Policía Judicial de Tomelloso.

Durante la inauguración, realizada por el concejal de Cultura e Igualdad de Argamasilla de Alba, José Díaz-Pintado, y la concejala de Igualdad y Bienestar Social de Socuéllamos, Cecilia Alcolea, el edil argamasillero afirmó que contra la violencia de género “todos debemos comprometernos e implicarnos y desde luego los medios de comunicación tienen un papel muy importante que jugar en este tema”, además mostró su preocupación por el aumento de este tipo de violencia, asociada en muchos casos con patrones tradicionales, entre los jóvenes. Por su parte, Alcolea aseguró que es muy importante realizar un análisis y reflexionar sobre “cómo podemos seguir trabajando hacia la igualdad desde los medios de comunicación”, y continuó diciendo, “hay que crear medidas de sensibilización en todos los ámbitos de la sociedad, desde la educación a la sanidad”.

Sara González, durante su intervención calificó de “terrorismo de género” a esta “lacra” social, señalando como uno de los puntos de inflexión en la sociedad española el caso de Ana Orantes, que tras agotar todos los recursos denunció en un programa de televisión los malos tratos que sufrió durante años por su marido, del que ya estaba divorciada, y por lo que semanas después la quemó viva. Con este suceso la violencia de género dio un gran paso para dejar de ser algo privado, pasando “de la alcoba a la calle”, a los medios y a las leyes.

La periodista, señaló que los medios de comunicación son un reflejo de la sociedad, “pero no tienen por sí solos la capacidad de cambiarla”. También mostró su preocupación por la posible reducción de derechos escudados en la actual crisis, porque según afirmó: “Las desigualdades son el principio de la violencia de género”.

En la segunda conferencia, Luciana Fernández analizó la publicidad y sus efectos en la población que quiere imitar esos tipos irreales de mujeres: “Nadie nace diciendo quiero ser una Barbie, la publicidad nos hace así”, y continuó diciendo, “Hay que aprender a aceptase como somos cada una y asumir la etapa de la vida en la que nos encontramos en cada momento”.

Fernández incidió en la necesidad de aprender a ver “nuestras cosas positivas”, no permitiendo a la sociedad, “de realidades y sueños imposibles”, que influya en “nuestra identidad”. Según la psicóloga, la publicidad es una de las plataformas que más ha influido a la hora de distorsionar y “crear mujeres de ensueño”, que a su vez produce seres deseantes de aquello que ve, aunque sea irreal, influyendo de tal manera en algunas jóvenes de hoy en día “que hemos dado un paso atrás en la lucha contra los estereotipos”.

En la última de las charlas, el sargento Martín Martínez informó que para que una agresión física o verbal sea considerada violencia de género tiene que ser realizada siempre por un hombre hacia una mujer y que entre éstos haya habido una relación.

También profundizó en la violencia de género en las redes sociales, sus características, riesgos, así como sus formas, señalando que son herramientas de interacción social global de gran utilidad y con muchas ventajas, pero también implica riesgos que hay que conocer y evitar, pues las redes sociales son el escenario de actuación de muchos agresores de violencia de género.